Pequeñas Conclusiones

Las monedas virtuales están desplazando al dinero convencional al igual que la moneda fiduciaria reemplazó en gran parte del mundo a las monedas respaldadas en materias primas y al trueque. Actualmente, al comprar se prefieren las tarjetas de crédito como alternativa de descuentos o pago sin intereses, y pronto se preferirán los monederos virtuales a las tarjetas de débito, generando menores costos de comisiones y de transaccionalidad, además de una mayor rapidez y comodidad al comprar algún bien o servicio.

Eso es lo que se revisó en este trabajo: para unos, el Bitcoin es la moneda que cambiará el mundo; para otros, no es más que una nueva burbuja especulativa que tarde o temprano acabará desinflándose. Sin embargo, lo que está claro es que, momentáneamente, este medio de intercambio cuenta con las características de una moneda virtual, la cual sigue ganando adeptos y cada vez es aceptada en más lugares como medio de pago. Por eso, las autoridades ya comienzan a proponer su marco regulatorio.


Más llamativo resulta el hecho de que no se prohibiera su uso, sino que se aumentara su control para facilitar el seguimiento del lavado de dinero. Esto no deja de ser un reconocimiento de que pronto comenzarán a regular el uso de Bitcoin y a controlar a los brokers que realizan las conversiones de esta nueva moneda a otras divisas.


Como se vio anteriormente, el Banco Central de China prohibió que las entidades financieras realizaran operaciones en Bitcoin. También, advirtió que se trataba de un bien virtual que, en ningún caso, pueden considerarse como una divisa al no estar respaldada por ningún Gobierno o autoridad monetaria.